jueves, 8 de diciembre de 2011

Reflejo

Hoy te vi al bajar las escaleras. Tu mejor sonrisa brillando en tu rostro. ¿O acaso eso fue lo que quise ver? Mi mente se nubló por un instante y te observé con todo el esplendor que pude darte. Miré tus ojos y miré tus labios y me vi a mi misma corriendo a tu encuentro, a tus brazos. Me vi halando tu rostro hacia el mío y sentí tu aroma envolver mi cuerpo. Tus ojos cada vez  más cerca.
Tan pronto como el calor por verte se apoderó de cada una de mis células, el frío de tu ausencia lo convirtió en dolor. Tus ojos desaparecieron y tu cuerpo se desvaneció en el aire, dejando atrás sólo un reflejo de lo que dejaste en mí. Sólo una sombra. Observé de nuevo al ser frente a mis ojos y me odié al no encontrar nada más que mis lágrimas. Aquel fantasma que me tortura frente a cada espejo sigue anidado en lo profundo de mí ser. Aquel ente que goza al tomar tu forma y recordarme que no estás aquí...

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